Aikido y la capacidad para comunicarnos

La inteligencia del cuerpo y las emociones.
A veces somos demasiado racionales. Y mucha gente decide no atender ni al lenguaje del cuerpo ni a las intuiciones ni a las emociones. A costa de no conocernos bien y perder el rumbo.
Una paradoja de nuestra época es que el ser humano es capaz de viajar por el espacio, estudiar la estructura íntima de la materia o cartografiar su propio mapa genético, pero seguir siendo un desconocido para sí mismo. Nuestra atención se proyecta continuamente hacia fuera, fascinada ante la complejidad y los misterios del mundo. Contamos con conexiones fáciles e instantáneas con el exterior -Internet, televisión, móviles...-, pero quizá no sabemos cómo acceder a nuestro interior. [SEGUIR LEYENDO]

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