Seishiro Endo sensei

Involucrándose con el aikido en la universidad, Seishiro Endo aplica su considerable talento al desarrollo de su propio estilo de aikido, el cual se caracteriza por no usar la fuerza. Además comparte sus descubrimientos con estudiantes de todas partes del mundo.
Cita de Seishiro Endo publicado en un artículo titulado reconsiderar el sentido del valor.
En un artículo, sugerí unas líneas de guía para nuestra futura práctica de aikido con libertad de cuerpo y mente, como Pau Casals y Morihei Ueshiba realizaron. A esto recibí la siguiente pregunta: ¿cómo puede uno obtener la libertad de cuerpo y mente? Todavía estoy en la vía de aprender aikido, y confieso que no puedo responder a esto bien, pero me gustaría contar mi experiencia y lo que he sentido y aprendido para que sirva de referencia.
En Japón relajar los hombros ha enfatizado desde tiempos ancestrales en varias actividades físicas y culturales. Reflejada sobre mi propia experiencia, esta frase me fue dicha cuando estaba alcanzando lo contrario de lo que buscaba, lo cual fue duro para mí a pesar de que encontraba mi práctica de aikido fuerte y buena. Mientras que todos deseamos realizarnos bien para llegar a ser fuertes, para mejorar nosotros mismos, esta clase de conocimiento trae consigo un estado de extrañarse a uno mismo, disturbando nuestra mejora, y dando como resultado un efecto opuesto al cual se perseguía inicialmente. Si es así, necesitamos considerar la relación entre mantener el conocimiento de la necesidad de mejorar los movimientos y el comportamiento que conduce a esta mejora.
Para alcanzar el estado de libertad de mente y cuerpo, necesitamos cambiar la conciencia basada en el sentido de los valores de nuestra comunidad. En otras palabras, necesitamos preguntarnos nuevamente qué es lo que llega a ser bueno en la práctica del aikido, y necesitamos tomar un paso por delante los valores de nuestra comunidad que son lo que debería ser y lo que debe ser.
Armonía de espíritu, habilidad y cuerpo, significa que uno debe intentar poner de acuerdo lo espiritual y los movimientos del cuerpo en el entrenamiento. Pero en la práctica, si pensamos que queremos hacer esto, nuestro cuerpo raramente nos sigue. Parece que el cuerpo se resiste a los movimientos de la mente, parece incluso confrontarlo. En la época cuando sentí esta confrontación entre cuerpo y mente más fuertemente fue cuando movía mi cuerpo pensando conscientemente lo que debería hacer o lo que debería ser. Por lo tanto, llegué a la conclusión de que superar la confrontación, debía cambiar mi acercamiento. En la práctica, intento no perseguir la fuerza o el buen funcionamiento, y me concentro en el momento.
Lanzar la fuerza tan lejos como sea posible. Mirando mi movimiento mentalmente, siento mi equilibrio y se la dirección de mi próximo movimiento respecto al movimiento del compañero, intento fijar mi cuerpo en esa dirección. Se dice que la memoria del cuerpo es la más fuerte.
Seishiro Endo renunció al mundo del asalariado japonés y se dedicó por entero al aikido, cuando más practicaba más le fascinaba y optó por hacer algo que realmente disfrutara, probablemente con más sensación de libertad que la de un asalariado relegado en algún oscuro rincón de oficina.

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