De acuerdo con una vieja leyenda, un día el Samurai, señor de
la provincia de Echizen, ordenó un par de Tsukas (son dos piezas colocadas a los laterales del mango de la Katanas y que generalmente van decoradas), ornamentados por un famoso artista, el Samurai estaba deseoso de tener las Tsukas lo antes posible, pero conocía la destreza del artesano y tendría que ser paciente. Después de varios meses los Tsukas no estaban todavía, un año pasó y nada. El Samurai empezaba a estar muy impaciente, finalmente y después de dos años, el artesan
o terminó y presentó su obra al Samurai. El Samurai quedó muy contento y ordenó usar inmediatamente el Tsuka en su espada. Desafortunadamente, y mientras colocaban estas piezas en el mango de su Katana una de ellas se perdió, El Samurai enfureció y llamó al artesano de nuevo, para que remplazase la pieza perdida. Solo dos días tardo en presentarse con la pieza a remplazar, la cual era exactamente idéntica a la que se perdió, El samurai respondió como es p
osible que solo lleve dos días remplazar una pieza y me hagas esperar por dos años para los primeros? Sin decir nada el artesano cogió la pieza nueva y la remplazada y las tiró a un estanque del jardín así la pieza remplazada se fue al fondo mientras que la original flotaba en la superficie, de echo esta ultima era el resultado de dos años de esfuerzos. Para ver los pequeños detalles en la práctica de una técnica debemos profundizar en su significado. Esto es que debemos de reconocer y aprender estos detalles. Pero nuestro trabajo esta en que sin reconocer la calidad o cualidad nunca esperemos tenerla, y para tenerla debemos aprender a evaluar y apreciarla en cada pequeño detalle.


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