El Valor de la Calidad

Cuando yo estuve entrenando en Japón mucho tiempo atrás, siempre hacíamos la misma técnica en cada clase, de hecho yo pensaba que era más un ejercicio que una técnica. Nunca entendí el propósito o el objetivo de este ejercicio, es más nunca pensé mucho en el. Cuando regresé a América, traté de seguir las enseñanzas de mi maestro practicando fielmente lo que me había enseñado y realizando ese ejercicio como el me enseñó todos los días al final de la clase; finalmente entendí después de 20 años, lo importante que era esa técnica para mi entrenamiento, y esto es solo una pequeña parte, pero estoy contento de haber seguido las instrucciones de mi maestro incluso cuando practicaba la técnica y no la entendía, ya que si hubiese olvidado estas técnicas simplemente porque no lo comprendía o reconocía su valor, hubiese perdido algo verdaderamente importante de este arte, los pequeños detalles de las técnicas impresos incluso en la manera de enseñar del profesor, o quizá los pequeños detalles de las técnicas que no son visibles en el conjunto de la técnica y uno este tentado a creer que pueden ser eliminados, pero no es así, esos detalles deben estar ahí. Ese es el contenido o esencia de la técnica. Cuando un experto ejecuta movimientos, con gran sutileza, o velocidad y destreza, algunas veces olvidamos que hay muchas horas de entrenamiento y dedicación detrás de esa técnica.

De acuerdo con una vieja leyenda, un día el Samurai, señor de la provincia de Echizen, ordenó un par de Tsukas (son dos piezas colocadas a los laterales del mango de la Katanas y que generalmente van decoradas), ornamentados por un famoso artista, el Samurai estaba deseoso de tener las Tsukas lo antes posible, pero conocía la destreza del artesano y tendría que ser paciente. Después de varios meses los Tsukas no estaban todavía, un año pasó y nada. El Samurai empezaba a estar muy impaciente, finalmente y después de dos años, el artesano terminó y presentó su obra al Samurai. El Samurai quedó muy contento y ordenó usar inmediatamente el Tsuka en su espada. Desafortunadamente, y mientras colocaban estas piezas en el mango de su Katana una de ellas se perdió, El Samurai enfureció y llamó al artesano de nuevo, para que remplazase la pieza perdida. Solo dos días tardo en presentarse con la pieza a remplazar, la cual era exactamente idéntica a la que se perdió, El samurai respondió como es posible que solo lleve dos días remplazar una pieza y me hagas esperar por dos años para los primeros? Sin decir nada el artesano cogió la pieza nueva y la remplazada y las tiró a un estanque del jardín así la pieza remplazada se fue al fondo mientras que la original flotaba en la superficie, de echo esta ultima era el resultado de dos años de esfuerzos. Para ver los pequeños detalles en la práctica de una técnica debemos profundizar en su significado. Esto es que debemos de reconocer y aprender estos detalles. Pero nuestro trabajo esta en que sin reconocer la calidad o cualidad nunca esperemos tenerla, y para tenerla debemos aprender a evaluar y apreciarla en cada pequeño detalle.

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